¡Hola, Victoria! Gracias por esta poesía tan rítmica de Nicolás Guillèn. Acá la primavera se puso muy bonita. A la mañana salí a remar con Zenón y aunque el río estaba muy bajo, disfrutamos mucho el paisaje isleño. Nos embriagamos con el perfume de las flores, sobre todo corona de novia y madreselva. Había muchos botes y canoas. En el club hay una Santa Rita que en esta época parece sonreír y agradecer a Dios por existir. Yo la miraba y admiraba y pensaba en Uds.: ¡Qué lejos y tan cerca están a la vez! Los quiero mucho. Besooosss!