¡HOLA NOEMICECILIA! Acabo de llegar de las Primeras Jornadas del Patrimonio del Andévalo, y no quiero pasar más tiempos sin poner unas letrillas. Ya el miércoles hablaremos por la radio de ellas, de momento os diré, que ha hecho historia. Tres ponencias o conferencias, a cual más interesante, una mesa redonda sobre la arquitectura rural andevaleña y once comunicaciones a cargo de los comunicantes, que son como pequeñas conferencias. Muy interesante todo. Hemos terminado con un folklore Alosnero, la danza de los cascabeles, que es preciosa y con la degustación de los dulces típicos de la comarca, incluyendo la tarta de bellotas que no dejaron ni rastro.
Bueno después de este rollo te dejo estas letrillas.
NO QUIERO ATADURAS
No es mi forma de vivir
La tristeza no la quiero
Pero a veces desespera
Los encierros que no espero
Ya sabéis que a mi me gusta
La libertad, compartida
Pero no quiero ataduras
Que amarran y quitan vida
Yo siempre sueño despierto
Y escojo lo que me gusta
Y descarto la amargura
Que pone la vida oculta
Me gusta escuchar el canto
Alegre de golondrinas
Cuando se posan trinando
En casa de las vecinas
Gusto de escuchar las ranas
En el charco del Chabuco
Y mirarles los colores
Que tiene el abejeruco
Subo, cada vez que puedo
A lo alto los molinos
Para contemplar los cielos
Y aquellos pueblos vecinos
Yo descarto la tristeza
Siembro alegría en arriates
Aunque la cosecha a veces
Son más chicas que un tomate
A. E. I.
Bueno después de este rollo te dejo estas letrillas.
NO QUIERO ATADURAS
No es mi forma de vivir
La tristeza no la quiero
Pero a veces desespera
Los encierros que no espero
Ya sabéis que a mi me gusta
La libertad, compartida
Pero no quiero ataduras
Que amarran y quitan vida
Yo siempre sueño despierto
Y escojo lo que me gusta
Y descarto la amargura
Que pone la vida oculta
Me gusta escuchar el canto
Alegre de golondrinas
Cuando se posan trinando
En casa de las vecinas
Gusto de escuchar las ranas
En el charco del Chabuco
Y mirarles los colores
Que tiene el abejeruco
Subo, cada vez que puedo
A lo alto los molinos
Para contemplar los cielos
Y aquellos pueblos vecinos
Yo descarto la tristeza
Siembro alegría en arriates
Aunque la cosecha a veces
Son más chicas que un tomate
A. E. I.