¡Hola! Hace màs de treinta años, luego de una decepciòn afectiva, escribì èsto:
"MEDITACION"
Hoy abrì los ojos a mì misma,
y me vi por dentro.
Soy una flor,
marchita por mi ignorancia
y la hipocresìa mundana.
Soy un rìo,
a quien el mar devorò sus aguas,
hasta dejarlo seco.
Soy una montaña
que ese rìo atravesò
en sus entrañas,
arrastrando aquella flor,
y derrumbàndola.
¿Què queda ya de mì?
sin mi flor, mi rìo y mi montaña...
Sòlo un querer amanecer.
Rescatar cada pedacito de Dios
disipado en todo rincòn de mi ser.
Atrapar a la niña perdida
capaz de armar
este rompecabezas.
Empujarme hasta la cima,
devolver el agua a mi cauce,
que alimente mi flor,
revivièndola.
A pesar de todo,
somos templos de Dios,
El nos habita y no se ofende.
No pretendamos verle ni sentirlo,
no seamos soberbios.
Su luz es demasiado intensa
y nos enceguece.
Venusina
"MEDITACION"
Hoy abrì los ojos a mì misma,
y me vi por dentro.
Soy una flor,
marchita por mi ignorancia
y la hipocresìa mundana.
Soy un rìo,
a quien el mar devorò sus aguas,
hasta dejarlo seco.
Soy una montaña
que ese rìo atravesò
en sus entrañas,
arrastrando aquella flor,
y derrumbàndola.
¿Què queda ya de mì?
sin mi flor, mi rìo y mi montaña...
Sòlo un querer amanecer.
Rescatar cada pedacito de Dios
disipado en todo rincòn de mi ser.
Atrapar a la niña perdida
capaz de armar
este rompecabezas.
Empujarme hasta la cima,
devolver el agua a mi cauce,
que alimente mi flor,
revivièndola.
A pesar de todo,
somos templos de Dios,
El nos habita y no se ofende.
No pretendamos verle ni sentirlo,
no seamos soberbios.
Su luz es demasiado intensa
y nos enceguece.
Venusina