antonio, realmente la amistad sincera no tiene un precio material porque es desinteresada en cuanto a lo econòmico se refiere; pero nos enriquece mutuamente en lo espiritual, ponièndose en juego la empatìa, la comprensiòn, la compasiòn, el apoyo moral, la admiraciòn, sin envidia ni celos, porque uno se alegra con el bienestar del amigo y comparte su sufrimiento. Todo èsto lo reflejaste muy bien en esta poesìa muy profunda. Lo que màs agradezco en este año que se va, es el haber cosechado tantos amigos tan entrañables y sencillos como tù y otras personas de los foros, como Victoria, Fina, Josè Luis, Marcial, Castilleja, Libertad, Noemì (tocaya), Juan Carlos. Los quiero mucho a todos y les deseo un muy feliz año 2011. ¡Abrazzzooozzz!