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¡Hola, amigos! ¡Hola, Antonio, Fina, Victoria, José Luis! Ayer, a media noche, volvimos de vacaciones. Viajamos en micro a Camboriú, en el sur de Brasil, donde pasamos una semana, disfrutando de sus hermosos paisajes, de su mar templado, sin viento, contrariamente a nuestras costas de Bs. As. A la ida, por el recambio de quincena, estuvimos 13 horas demorados en la Aduana, lo que fue una tortura. Hacía 27 años que había ido con Zenón! A Nadia le encantó; fue una linda experiencia para ella. En la localidad de Bombinhas, hay una playa, llamada Lagoinhas, donde el mar forma como una laguna o pileta natural, de aguas verdosas y tan transparentes que pudimos ver peces de rayas amarillas y negras nadando al lado nuestro y hasta los alimentamos con miga de pan. Estuvimos en otra similar, llamada Laranjeiras. Subimos a un teleférico que nos transportó por arriba del río Camboriú, viendo su desembocadura en el mar, y luego por arriba del morro. Descendimos en el parque Unipraias, lo recorrimos y luego subimos nuevamente al teleférico que nos dejó cerca de la playa. Después volvimos al lugar de origen, en la misma cápsula, para tomar el micro local, que se llama bombidinho, que es muy simpático y de variados colores. La atención en el hotel fue excelente. El clima allá es bastante variable. Llovió casi todas las noches, pero durante el día había sol. Desde nuestra ventana veíamos El Cristo de Luz, en la cima de un morro, que cambia de colores, verde, azul, rojo, violeta, amarillo, blanco y luz intermitente dando un verdadero aspecto de espíritu. Es muy bonito. Se puede ascender en micro, pero no nos alcanzó el tiempo. Antonio, lamento mucho el accidente de la radio. Con razón hoy no pude escuchar por internet el programa, ni me pude comunicar por teléfono. Muy bonitas tus poesías, como siempre. Bueno, ahora ya estoy comunicada en el foro con Uds, y gracias por preocuparse por mí. Antonio, Fina, Victoria, José Luis, Ana, abrazotes y besotes!
