¡Muchas gracias por esta poesía tan bonita, Victoria! El domingo pasado, estaba merendando con Nadia en una cafetería de la costa de Tigre, a orillas del río. Tuvimos la suerte de tener en la mesa de enfrente a una graciosa niña de año y medio, vestida con una faldita floreada y con volados que le quedaba preciosa. Empezamos a intercambiar besitos, ella con sus manitos y luego nos quería regalar su chupetín. Su mamá nos contó que está tan encariñada con esa ropita que no se la quiere sacar nunca. ¡Un amor de criatura! ¡Besssooosss!