Así es, Antonio, cada gota de nuestras copas representa a un ser que incorporamos a nuestra alma cuando bebemos en esta Nochebuena, físico o espiritual, cercano o lejano, en cuanto a la distancia, pero siempre próximo sentimentalmente. Ya coloqué al Niño Dios al pié del Arbolito, para que bendiga nuestro hogar y el de todos mis Amigos y enemigos si los tengo...
Muchas gracias por esta hermosa poesía.
¡Un abrazoooo y besoooosss para todos vosotros!
Muchas gracias por esta hermosa poesía.
¡Un abrazoooo y besoooosss para todos vosotros!