Antonio, me gusta mucho esta poesìa. Espero que podamos escuchar al Director del Museo de Huelva en tu programa "De pueblo a pueblo".
Nadia tuvo una reacciòn alèrgica en la piel y mejorò con un tratamiento adecuado. Tal vez influya el estrès por tantas entrevistas laborales viajando a la Capital. Espero que concrete algo pronto.
¡Un gran abrazo para tì y familia y para los demàs amigos del foro!
Nadia tuvo una reacciòn alèrgica en la piel y mejorò con un tratamiento adecuado. Tal vez influya el estrès por tantas entrevistas laborales viajando a la Capital. Espero que concrete algo pronto.
¡Un gran abrazo para tì y familia y para los demàs amigos del foro!
NOEMI, si que es posible, que lo de Nadia sea estrés, a mi mujer, le pasa algo parecido y, es que siempre está estresada.
Esta tarde, ya sabes que tendré al Director del Museo de Huelva; Todo un lujo. Un abrazo y os dejo estas letrillas.
ESPERANDO TÚ SILLA
Qué triste, será la mar,
Con esas noches a oscuras.
Pero más triste es vivir,
Sin poder ver, su figura.
Me acuesto, sin descansar,
Y me despierto, con frío.
Sueño con verle llegar,
Y mi cabeza es un lío.
¡Por qué le dejé marchar!
Con lo que yo la quería.
Salgo y me vuelvo a la casa,
La cama sigue vacía.
Mando mensajes y pregunto,
A los que me voy encontrando.
Nadie sabe de ese cuerpo,
Ni lo que le está pasando.
He acudido a la Iglesia,
Por si señales me daban.
Ni el cura que nos casó,
Ha podido decir nada.
Mi soledad me carcome,
Me desgasta, me destruye.
Y esa escultural figura,
De mi lado, siempre huye.
Te pediré mil perdones,
Brazos en cruz: de rodilla.
Pero vuelve pronto a casa,
Que está esperando tú silla.
A. E. I.
Esta tarde, ya sabes que tendré al Director del Museo de Huelva; Todo un lujo. Un abrazo y os dejo estas letrillas.
ESPERANDO TÚ SILLA
Qué triste, será la mar,
Con esas noches a oscuras.
Pero más triste es vivir,
Sin poder ver, su figura.
Me acuesto, sin descansar,
Y me despierto, con frío.
Sueño con verle llegar,
Y mi cabeza es un lío.
¡Por qué le dejé marchar!
Con lo que yo la quería.
Salgo y me vuelvo a la casa,
La cama sigue vacía.
Mando mensajes y pregunto,
A los que me voy encontrando.
Nadie sabe de ese cuerpo,
Ni lo que le está pasando.
He acudido a la Iglesia,
Por si señales me daban.
Ni el cura que nos casó,
Ha podido decir nada.
Mi soledad me carcome,
Me desgasta, me destruye.
Y esa escultural figura,
De mi lado, siempre huye.
Te pediré mil perdones,
Brazos en cruz: de rodilla.
Pero vuelve pronto a casa,
Que está esperando tú silla.
A. E. I.
Antonio, te pido disculpas porque no pude ver tu programa. Seguro que fue muy interesante con la presencia del Director del Museo de Huelva.
Estas letrillas son muy bonitas como todas las que tù escribes.
¡Un gran abrazo para tì y los tuyos y para los demàs amigos del foro!
Estas letrillas son muy bonitas como todas las que tù escribes.
¡Un gran abrazo para tì y los tuyos y para los demàs amigos del foro!
NOEMI, te habría encantado escucharlo. Es un joven agradable y lo más sencillo que puedas encontrarte. Para ir por la ciudad, utiliza un bicicleta y con ella, vino a la radio. La hora se pasó sin darnos cuenta. Ahora ando a ver si puedo llevar a un profesor, que nos hable de la inquisición, (no la de ahora) sino la que pasó hace seiscientos años. Ya veremos a ver, si es posible.
Espero que todos estéis bien. Un abrazo y os dejo estas letrillas.
ROSA DEL JARDÍN
Quiso Dios, con una rosa,
Dar resplandor a mi jardín.
Tan bonita y tan hermosa,
Que mi amor, no tiene fin.
La riego, si es menester,
Que no me quiero pasar.
Y la quito del calor,
Cuando el Sol, fuerte le da.
Es mi rosa tan bonita,
Si la quiero comparar.
Que sería con una estrella
¡En la tierra no la habrá!
Me gusta cuando la miro,
Por la noche, al acostarme.
Y en las mañanas de frío,
Con ella quiero taparme.
La riego con el rocío,
Cuando cae de madrugada.
Y le lavo sus hojitas,
Con el agua muy templada.
Esta rosa sabe darme,
La miel que da a las abejas.
Con la que endulzo mi ser,
Debajo de viejas tejas.
Como si fuera un rubí,
El color de sus mejillas.
Negros, como el azabache,
Los ojos de esta chiquilla.
Su figura y lozanía,
Me tienen loco pedido.
La rosa, que Dios me dio,
Me ha robado los sentidos.
A. E. I.
Espero que todos estéis bien. Un abrazo y os dejo estas letrillas.
ROSA DEL JARDÍN
Quiso Dios, con una rosa,
Dar resplandor a mi jardín.
Tan bonita y tan hermosa,
Que mi amor, no tiene fin.
La riego, si es menester,
Que no me quiero pasar.
Y la quito del calor,
Cuando el Sol, fuerte le da.
Es mi rosa tan bonita,
Si la quiero comparar.
Que sería con una estrella
¡En la tierra no la habrá!
Me gusta cuando la miro,
Por la noche, al acostarme.
Y en las mañanas de frío,
Con ella quiero taparme.
La riego con el rocío,
Cuando cae de madrugada.
Y le lavo sus hojitas,
Con el agua muy templada.
Esta rosa sabe darme,
La miel que da a las abejas.
Con la que endulzo mi ser,
Debajo de viejas tejas.
Como si fuera un rubí,
El color de sus mejillas.
Negros, como el azabache,
Los ojos de esta chiquilla.
Su figura y lozanía,
Me tienen loco pedido.
La rosa, que Dios me dio,
Me ha robado los sentidos.
A. E. I.
¡Hola, Antonio! Puedo contestarte porque tenemos internet en el Hostal de Mar de Cobo donde estamos descansando unos días. En tu correo particular te pasé la página de aquí para que puedas ver fotos y contactarte, si quieres, con su dueño, el mallorquí José. Es: www. hostalestrellademar. Después de Pascuas, viaja con su familia a Palma de Mallorca y trabaja como concerje en un Hotel de allá.
Estas letrillas son muy bonitas y románticas.
¡Un gran abrazo para tí y familia y para los demás amigos del foro desde nuestras playas!
Estas letrillas son muy bonitas y románticas.
¡Un gran abrazo para tí y familia y para los demás amigos del foro desde nuestras playas!
NOEMI, he visto el hotel y los precios, pero era de 300$. Lo que no se, es cuantos Euro son. Ya me dirás, a como está el cambio.
Si miras mi muro, verás que he estado bastante liadillo, este fin de semana.
Me alegro que hayas podido escaparte unos días, supongo a Zenón restablecido del todo.
Un abrazo y os dejo estas letrillas. Creo que las he puesto antes. No lo se.
PREÑAR LA TIERRA
Cruje la tierra reseca,
De un Andévalo teñido.
Por el sudor de su gente,
Sangrando con el estío.
Arroyos, secos, de piedras.
Manantiales vacios,
Caminos llenos de polvo,
Caserones desteñíos.
Gritan de rabia y angustia,
Sus pueblos blancos, empedrados,
Plaza con gente sentada,
Y con semblante apagado.
¿Dónde fueron a parar?
Sus dehesas y encinares.
Sus tierras sedientas de agua,
Olivos y alcornocales.
¿Dónde están esos peones?
Los que con picos y azadas,
Le sabían sacar el fruto,
A interminables jornadas.
Casillas de campesinos,
En campos, desmanteladas.
Tejas rotas, que taparon,
Cosechas bien preparadas.
Los huertos, abandonados.
Las higueras, sin labranza.
Los olivos, sin estiércol,
Perdidas las esperanzas.
¿Qué es de mi Andévalo inmenso?
Y de sus gentes, doradas,
Por el Sol abrazador,
Por caminos y calzadas.
¡Pobre! No es pobre, mi tierra,
Que alimentó, con su rabia,
Cientos de bocas, hambrientas,
Con frutos de sus entrañas.
Esta tierra necesita,
Hombres que sepa ordeñarla,
Para sacarles su jugo,
Y con sus brazos, ¡preñarla!
A. E. I.
Si miras mi muro, verás que he estado bastante liadillo, este fin de semana.
Me alegro que hayas podido escaparte unos días, supongo a Zenón restablecido del todo.
Un abrazo y os dejo estas letrillas. Creo que las he puesto antes. No lo se.
PREÑAR LA TIERRA
Cruje la tierra reseca,
De un Andévalo teñido.
Por el sudor de su gente,
Sangrando con el estío.
Arroyos, secos, de piedras.
Manantiales vacios,
Caminos llenos de polvo,
Caserones desteñíos.
Gritan de rabia y angustia,
Sus pueblos blancos, empedrados,
Plaza con gente sentada,
Y con semblante apagado.
¿Dónde fueron a parar?
Sus dehesas y encinares.
Sus tierras sedientas de agua,
Olivos y alcornocales.
¿Dónde están esos peones?
Los que con picos y azadas,
Le sabían sacar el fruto,
A interminables jornadas.
Casillas de campesinos,
En campos, desmanteladas.
Tejas rotas, que taparon,
Cosechas bien preparadas.
Los huertos, abandonados.
Las higueras, sin labranza.
Los olivos, sin estiércol,
Perdidas las esperanzas.
¿Qué es de mi Andévalo inmenso?
Y de sus gentes, doradas,
Por el Sol abrazador,
Por caminos y calzadas.
¡Pobre! No es pobre, mi tierra,
Que alimentó, con su rabia,
Cientos de bocas, hambrientas,
Con frutos de sus entrañas.
Esta tierra necesita,
Hombres que sepa ordeñarla,
Para sacarles su jugo,
Y con sus brazos, ¡preñarla!
A. E. I.
