Monterrubio de la Demanda es una bonita y acogedora localidad burgalesa, recostada sobre la ladera que se asoma al
balcón de la
Sierra, situada al sureste de la provincia, en el límite mismo de la provincia con
la Rioja, en la vertiente sur de la comarca Sierra de la Demanda.
Su nombre, “Mons Rubrum” o “Mons Rubicundus”,
monte rojo o monte rubio, quizás aluda al
color rojizo de los hayedos en la época
otoñal o al color ocre de sus tierras.
Monterrubio lleva en su apellido el nombre de la Sierra con todo el merecimiento, pues atesora las más sublimes esencias de esta región, ganadero, minero, agrícola y forestal. Estuvo vinculada a las rutas de trashumancia y a la explotación del suelo desde la época
romana y hasta la década de los años 30 del siglo pasado.
Históricamente el lugar se vincula al alfoz de
Canales de la Sierra, tierra castellana fronteriza con el reino navarro-aragonés hasta que en 1833 todo su territorio salvo nuestra población pasaron a la entonces provincia de Logroño.
Villa de larga
historia y del noble pasado de Monterrubio de la Demanda dan fe los
escudos labrados en varias
fachadas de las casonas; aunque escasos, quedan restos de palacetes y
casas señoriales.
Cuenta con importantes construcciones que son perfectas muestras de la
arquitectura tradicional que se ha practicado en el lugar durante años. Entre los
edificios religiosos destaca la
iglesia parroquial de
San Juan Bautista, que mezcla varios estilos que van desde el
románico hasta la definitiva reforma realizada en el siglo XVIII. También destaca la
ermita románica de Nuestra Señora de la Caraba, que data del siglo XI.
Monterrubio en una privilegiada situación, en un territorio compuesto por
montes,
valles y collados en su mayor parte cubiertos por robles,
pinos, hayas y acebos.