El viejo cartero, Amancio, la observaba a diario cuando venía de Gredilla con la correspondencia en las alforjas de su burro hasta dirigirse a su casa de Quintanaloma.
No podemos olvidarle.
Pregunte por ti a Jose Luis, parece ser que tuviste miedo al frio y la nieve,.. te estas acostumbrando a la gran ciudad,. yo estuve el fin de año y unos dias mas,, es pero que hayas tenido una buena entrada de año. (te as perdido unas buenas fotos).... un abrazo amigo.. La verdad, es que este hombre, Amancio, era el portador de las novedades de la zona y en sus alforjas venían las noticias por carta de la familia de fuera o de amistades lejanas.
Recuerdo que antes de llegar a Barriuso, llamaba a pleno pulmón a quienes tuvieran correspondencia del barrio de abajo. ¡Manuel!, ¡Donato!, ¡Lucas!, ¡Ágala!.... Nos acercábamos hasta el camino con la ilusión de qué nos entregaría y de paso le ahorrábamos el paseo hasta las casas mientras compartíamos una breve y amable... Me pregunto.... ¿cuantos años, Amancio recorreria este mismo camino?., Lo recuerdo como si fuera ayer, con el borriquillo, y su cojera al andar, con su boina descolorida y aplastada, donde se vevia el chiquito de vino en la cantina de Carlos, que durante ese rato que se encontraba en la cantina, nosotros le haciamos perrerias al burro. Un recuerdo para Amancio el CARTERO.
Un saludo amigo Jesus Mari,,, FelicesFiestas.