Fue un punto de encuentro y tertulias a la
sombra o tibio sol con la
música del
agua.
Fue como un
pasadizo central cuando del
río hacíamos
camino principal en la infancia.
A fin de cuentas fue el camino central de los cinco paralelos; me explico:
El de la
Iglesia y la
Carretera a su izquierda, y el de Los Parrales y La Peña Linares dirección al
Monte (ya cerrados) a su derecha.-Todo un lujo de opciones en su tiempo.-
Ahora, ahí está, tan viejo y atemporal como entrañable, digo.