SOLEDADES CASTELLANAS
Los caminos de Castilla
conocen las soledades,
y no quiere falsedades
toda su gente sencilla.
Caminos de maravilla
llenos de historias y miedo,
que ayer tuvieron su credo
y cuidaron su semilla.
Cuando me hablan de mi tierra
el corazón me palpita,
y siento como me grita
por los recuerdos que encierra.
A veces miro a la sierra
como buscando camino,
nunca me sentí adivino
ni busque jamás la guerra.
Los caminos castellanos
fueron cruces de cultura,
nos dieron su agricultura
celtiberos y romanos.
No fueron caminos vanos
ni trazados de locuras,
amarguras y dulzuras
son los pasajes humanos.
Las cañadas son caminos
donde pasa el trashumante,
y algún caballero errante
que va buscando sus signos.
Dicen que son delirantes
las curvas de los caminos,
a veces se escuchan trinos
de los pájaros cantantes.
Los lavajos y rasantes
forman parte del camino,
que algunos llaman divino
por sus paisajes brillantes.
G X Cantalapiedra.
Los caminos de Castilla
conocen las soledades,
y no quiere falsedades
toda su gente sencilla.
Caminos de maravilla
llenos de historias y miedo,
que ayer tuvieron su credo
y cuidaron su semilla.
Cuando me hablan de mi tierra
el corazón me palpita,
y siento como me grita
por los recuerdos que encierra.
A veces miro a la sierra
como buscando camino,
nunca me sentí adivino
ni busque jamás la guerra.
Los caminos castellanos
fueron cruces de cultura,
nos dieron su agricultura
celtiberos y romanos.
No fueron caminos vanos
ni trazados de locuras,
amarguras y dulzuras
son los pasajes humanos.
Las cañadas son caminos
donde pasa el trashumante,
y algún caballero errante
que va buscando sus signos.
Dicen que son delirantes
las curvas de los caminos,
a veces se escuchan trinos
de los pájaros cantantes.
Los lavajos y rasantes
forman parte del camino,
que algunos llaman divino
por sus paisajes brillantes.
G X Cantalapiedra.