Las
Lagunas de
Neila son uno de los lugares naturales más singulares de la Provincia de
Burgos, por lo que te vamos a dar todas las claves para que disfrutes conociéndolas y recorriendo sus espectaculares rutas senderistas.
Dónde están las Lagunas de Neila
Las Lagunas de Neila se encuentran al sureste de la Provincia de Burgos, dentro del término municipal de Neila.
Para llegar hasta ellas hay que subir a la zona más alta de la
Sierra de Neila, una de las cuatro sierras que junto con las de La Demanda, Mencilla y Urbión, conforman la parte burgalesa del Sistema Ibérico.
En estas sierras hay dos protagonistas: el
pino y el
agua. El pino lo encuentras por todos los lados, en esos bosques infinitos de la Sierra de Neila y al agua tendrás que buscarla en las preciosas lagunas, que se encuentran en el corazón de este entorno de
montaña.
Cómo son las Lagunas de Neila
El conjunto de las Lagunas de Neila tiene su origen en el período final de la última glaciación del Pleistoceno, hace algo más de 12.000 años, siendo en este momento cuando los glaciares que ocupan la vertiente noreste de la Sierra de Neila comienzan a deshelarse. Este proceso deja a la vista varios
circos glaciares semicirculares, en cuyo fondo se acumuló el agua de deshielo, formando el actual conjunto de lagunas situado a casi dos mil metros de altura.
Para algunas especies animales y vegetales acostumbradas a los ambientes alpinos, las lagunas formadas se convirtieron en un ecosistema acuático indispensable para su supervivivencia, ya que eran su último
refugio habitable.
Además de la importancia ecológica del medio acuático, destaca la singularidad geológica de sus formas glaciares, sus impresionantes
paisajes, los extensos bosques de pino albar o silvestre -que son los mayores de la Península Ibérica-, así como la riqueza de su
fauna y
flora, con multitud de especies protegidas que tienen en esta zona uno de sus mejores
refugios.
Bosque de
pinos en el entorno de las lagunas de Neila con Peña Aguda al fondoBosque de pinos en el entorno de las lagunas de Neila con Peña Aguda al fondo
La vegetación predominante está compuesta, además de por los pinos albares, por las hayas, robles, tejos y acebos. Entre la fauna destacan el lobo, el ciervo, el águila real, el águila culebrera, el azor y el buitre negro, recientemente introducido en esta zona gracias al Proyecto Monachus.
Todas estas circunstancias propiciaron que en 2008 se declarase la zona como protegida, con la denominación de
Parque Natural de las Lagunas Glaciares de Neila. El parque también está catalogado como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y LIC (Lugar de Importancia Comunitaria).
Cuáles son las Lagunas de Neila
El conjunto total de las lagunas glaciares está formado por un auténtico rosario de lagunas, algunas de ellas bastante alejadas y de difícil accesibilidad, como es el caso de la
Laguna de la Oruga o la Laguna de Muñalba.
Las Lagunas de Neila más famosas son siete y se concentran en las inmediaciones del Pico Campiña, en tres grupos principales. Todas desaguan a la
cuenca del
río Ebro a través del río Paúl Grande, que es el que recoge el sobrante de sus
aguas.
La Laguna Negra, la Laguna Larga y la Laguna Corta
Se encuentran todas en el impresionante
circo glaciar del Campiña o de la Laguna Negra, una semicircunferencia de más de 3000 m de longitud protegida por un paredón que supera los 150 m de altura. Se trata del circo glaciar más grande y mejor formado del Sistema Ibérico, siendo sus cotas más elevadas el Pico Campiña (2049 m) y el Pico Laguna (2004 m).
Las lagunas Negra y Larga están cerradas por los restos de la morrena del glaciar y son las mayores de todas las Lagunas de Neila. También son las que se encuentran a mayor altitud, estando las orillas de la Laguna Negra a 1915 m de altura y las de la Laguna Larga a 1900 m
En la lengua de tierra que separa las lagunas Negra y Larga hay un pequeño refugio para pescadores.
Dice una leyenda que la Laguna Negra se tragó a Doña Lambra, la malvada tía de los Siete Infantes de Lara, por haberlos traicionado y haber sido instigadora de su muerte. En cualquier caso, no la confundas con la Laguna Negra de Urbión, que está en
Soria y que también es objeto de leyendas.
La Laguna Corta normalmente está seca y sólo tiene agua en
invierno. Está un poco más baja que las anteriores, a 1870 m de altura.
El agua que desborda de las anteriores lagunas cae, formando una
cascada, a otro circo que se encuentra por debajo del circo del Campiña, como si se tratase de una
escalera.
En la base de este circo se encuentra la Laguna de la Cascada, a 1685 m de altura, siendo la que está situada a menor cota de todas ellas.
Sin duda es la más espectacular y bonita de todas, gracias a su agreste entorno y a la cascada.
Junto a sus orillas hay un original refugio con
tejado de pizarra y, muy cerca de ella está la
Cueva de los
Potros, en la que se dice que se refugiaba el Cura Merino durante la Guerra de la Independencia, cuando huía de los franceses. La
historia podría tener algo de cierto, ya que este guerrillero tenía su
casa en el cercano
pueblo de Neila.
La Laguna de los Patos, la Laguna Brava y la Laguna de las Pardillas
A continuación del circo glaciar del Campiña se encuentra el circo del Contadero. En él se encuentran la Laguna de los Patos, a 1880 m de altura y la Laguna Brava, a 1850 m de altura. Junto a la orilla de esta última, hay un pequeño refugio de pescadores.
Muy cerca de ambas se encuentra la Laguna de las Pardillas, a 1850 m de altura, que está casi colmatada por los sedimentos y que en
veranos calurosos llega a quedarse prácticamente seca.