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Bolera de estilo Bolo cántabro o montañes, NOCECO

En la parte más septentrional de la provincia, en plena Merindad de Montija, a los pies de las montañas que nos separan de Cantabria y a orillas del arroyo Linarejos, en la carretera que conduce de Espinosa de los Monteros a Bilbao por el valle de Mena y cercano al ferrocarril de vía estrecha “Bilbao-La Robla”, en terreno desigual, está situado NOCECO, a 22 Km de Villarcayo y 97 de Burgos.
Son sus vecinos Bercedo, Agüera, los montes que limitan con Cantabria, Montecillo de Montija, Edesa y Quintanilla Sopeña.
Es en el libro de las Behetrías, el censo-pesquisa que el rey Pedro I manda hacer en toda Castilla en 1352, cuando aparece su nombre escrito por primera vez. Según las declaraciones de sus habitantes en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752, era lugar de realengo, es decir, gozaba de la protección del rey, al que pagaba tributos.
Su población ascendía a 281 personas en el año 1848, según encontramos escrito en el diccionario geográfico de Pascual Madoz, que también le atribuye en aquel año el monte de Cerneja, que calculaban contener más de tres millones de hayas. Al revés que la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia, descendió su población a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y presentaba en 1900 un censo de 193 habitantes. Siguió bajando en la dura primera mitad del siglo XX y contaba en 1950 con 170 personas. Y termina el siglo con 56 habitantes en el año 2000, después de aguantar
el tirón de la emigración.