Muy bien Salomé, que ya eres la reina de esta página, estaba esperando que dijeras algo de "tu
calle" en
San Quirce, era una provocación para ello. Al fondo El
Santo... Y al final de la calle a la izquierda había unos
árboles (olmos), en los que cada
primavera anidaban los jilgueros, los sietecolores, y cuando las crias eran grandecitas las metíamos en una jaula, las llebavamos cerca de la
casa, y allí mismo, se encargaban los padres de alimentar a sus crías hasta que lo hacían por si mismas. Esta
... (ver texto completo)