Atravesando la verja destaca en el muro de la derecha un mural al fresco de pintura
gótica de gran valor, datada en los principios del siglo xiv, en el que se narra la vida de
santa María Egipcíaca. Esta obra se descubrió por casualidad al quedar al descubierto pintura polícroma durante una reforma. En frente, en el lado del evangelio, la talla
románica del
Cristo de Santa Tigridia, del siglo xii, preludian los tesoros que la
iglesia sigue encerrando.