El
claustro, obra de Simón de Colonia, fue construido en su piso bajo en el siglo xvi, y en el siglo xvii el superior. Completa el conjunto
monumental la
fachada renacentista barroca del
monasterio (siglo xvii) adornada con las
estatuas de condes y reyes fundadores así como heráldica de los cuatro reinos. La
iglesia y el claustro sirvieron de enterramiento a diversos personajes de la realeza y de la nobleza castellana, cuyos restos mortales descansan en la actualidad en dos conjuntos compuestos por arcas sepulcrales de madera de
nogal ricamente talladas, cubiertas por baldaquinos del mismo material y factura.