Miembros de la realeza que recibieron sepultura en el
monasterio de
Oña: En el lado de la Epístola, bajo un baldaquino: Enrique de Castilla (1288-1299), infante de Castilla, hijo del rey Sancho IV y de la reina María de Molina. Enrique de Castilla fue un infante de Castilla, hijo de Sancho IV de Castilla y de su esposa, la reina María de Molina. Otras versiones aseguran que el infante Enrique de Castilla y Molina, fue sepultado en el monasterio de
San Ildefonso de
Toro, actualmente en estado ruinoso, que había sido fundado por su madre, la reina María de Molina,