Los privilegios comerciales otorgados propician la creación de una colonia judía en la Villa, colonia de la que aún se conservan restos. Todo el patrimonio oniense pronto llegó a igualar, y casi superar, al de la mitra y cabildo catedralicio de
Burgos, lo que originó largas disensiones y disputas entre los dos centros eclesiásticos. Estas disensiones necesitaron de la mediación pontíficia para su solución