De Bilbao a Orbaneja, es ir a la paz, a ver volar los buitres, a contemplar
paisajes inusitados, a conocer sus gentes. Estuve el día de la
fiesta del
agua. Te mojan entero. Huele a lavanda, a leña quemada, y sus
casas son como de un cuento. He estado varias veces y seguro que repetiré más de una vez. José Luis.