La Cueva del Níspero, localizada junto al cementerio del pueblo, tiene más de 3 kilómetros de desarrollo topografiado y mantiene amplios sectores inundados durante todo el año. En los últimos años también está asistiendo a una notoria degradación, debido a frecuentes visitas incontroladas e irrespetuosas con el entorno.
La entrada de la cueva es un gran portalón con suelo de arena que desarrolla su galería a partir de una gatera que se transforma al poco en un laminador. Más adelante un largo meandro nos conduce a los primeros lagos que se pueden superar a nado o con botes neumáticos.
De esta zona sale una galería lateral que toma dirección oeste por donde escapa el agua y termina sumiéndose en un paso impenetrable.
El Barbancho se localiza unos 200 m al norte de Orbaneja y al igual que la Cueva del Agua se abre bajo los potentes cortados calizos. Sólo expulsa agua por su boca en periodos de fuertes lluvias o deshielos (trop-plein). Sus aguas al caer por la ladera forman una sucesión de cascadas blancas con aspecto de barbas, viniéndole de ahí el nombre. Por su interior circula el mismo curso subterráneo que el de la Cueva del Agua. Se trata de una cavidad con tramos acuáticos, laminadores, meandros y un total de 14 sifones. En la actualidad su curso subterráneo aguas arriba sigue en fase de exploración. En el año 2006 se descubre la boca de Socueto, al explorar desde el Barbancho un ramal fósil que se dirige hacia la ladera exterior. La boca, situada unos 450 m al noreste de Orbaneja, hubo de ser reexcavada (entrada artificial).

La Cueva del Níspero por su parte, se ubica entre el Barbancho y Socueto y su conexión al sistema se llevó a cabo el pasado año 2015. Es una cavidad muy conocida y visitada y prueba de ello es el notable grado de deterioro que presenta. Destaca su atlético meandro inicial, su tramo intermedio de lagos, sus sufridos laminadores finales y en especial, por sus dimensiones, la gran Galería Orbaneja.
La galería sigue por una estructura en diaclasa alternando con sedimentos de arena y barro y zonas inundadas. Hay paredes muy afiladas con salientes en forma de cuchillos que cortan realmente y que hacen más peligrosa la exploración.
La cueva termina sifonándose.