Bajamos del
pueblo por la
escalera del
molino (derecha) para pararnos en la
cascada atestada de turistas. Una maravilla aún más espectacular tras fuertes
lluvias. Más abajo hay una serie de
piscinas naturales. Sólo para valientes. El Ebro corre impetuoso por el fondo del barranco. Lleva fuerte corriente y es peligroso para el baño.
La belleza del lugar ya nos regala unos cuantos lugares para disfrutar, concretamente una zona de pequeñas
cascadas y
lagunas preciosas, conocidas como Pozas de la Turquesa,
Por último destacar que el
nogal es el
árbol de Orbaneja. Son muchos, ramificados y de buen porte. En octubre el pueblo rebosa de
nueces.