ORDÉJONES (LOS): 1. con ayunt. en la prov., dióc, aud. terr. y c. g. de Búrg03 (8 leg.), part. jud. de Villadiego (2): SIT. entre elevadas peñas y
montañas, donde los vientos N y O. reinan con más frecuencia que los demás, por cuya razón el CLIMA es frio, y se padecen comúnmente pulmonías y catarrales. Este
pueblo, dividido en dos
barrios, consta de 70
CASAS, inclusa 2 consistoriales una en cada uno de aquellos, las cuales así como las restantes, son de mala construcción y nada cómodas. Hay también una
escuela de primeras letras, concurrida por 10 niños y 12 niñas, cuyo maestro está dotado con 12 fan. de morcajo, satisfechas por los padres de los concurrentes; 2 parr. matrices Sta María y
San Juan) y 2
cementerios; cada una de aquellas está servida por un cura párroco y un sacristán. Confina el TÉRM. N.
San Martin de Humada y
Fuencalenteja; E. Villaernando y los Barrios; S.
Rioparaisó, y O.
Congosto: en él existió un pueblo denominado San Quirce, cuyo térm. es común del I. que se describe y los 4 que componen el
valle de Valdehumada. El TERRENO es frío y de mediana calidad, pero de corta extensión, dividiéndose además en de secano y regadío, siendo el de esta clase fertilizado por las
aguas que brotan en las referidas peñas y montañas: hay varios prados naturales y un
monte poblado de matas de roble y alguna que otra de carrasca,
CAMINOS: los de pueblo á pueblo.
CORREOS: la correspondencia se recibe de la cap. del part. por balijero. PROD.: trigo, centeno, cebada, yeros y legumbres:
ganado yeguar, aunque poco, lanar,
vacuno, cabrio y de cerda; y finalmente
caza de perdices. IND.: la agrícola, POBL.: 37 vec, 139 alm. CAP. PROD. 625,020 rs. IMP.: 60,623. CONTR.: 3,401 rs. 22 mis.
DICCIONARIO: GEOGRAFICO-ESTADISTICO-HISTORI CO
Pascual Madoz
Hasta mediados del siglo XX estuvo en funcionamiento un
horno de cal. Sus restos aún visibles se pueden contemplar proximos a la
fuente de "San Cristol", a quinientos metros del casco urbano, dirección a Villadiego.
El horno de cal o "calero" esta construido en
piedra de silleria. Es una construccion en forma de cono o piramide truncada. En la parte inferior tenia una boca "hornacha" por la que se prendía fuego. Para la preparación de la hornada se ponia en primer lugar la leña de roble que se extraía del monte cercano y a continuacion una capa de carbón de piedra. Despues bién colocadas, una capa de
piedras y luego otra de carbón, y así hasta varias capas.
Por la boca del horno, con una barra se hacian cuatro o cinco agujeros, que se llamaban "troneras", con el fin de que la hornada pudiera respirar.
Las utilidades de la cal producida en los "caleros" eran muy diversas: se empleaba en la construcción, para purificar las aguas, para curtir pieles...
Frente al pueblo, y a medio
camino del otro
barrio,
Ordejón de Abajo o
Santa María, se levanta la atalaya de "Peña
Castillo". Se trata de una pequeña "lora" desgajada de la "Peña Ulaña". Se denominan "loras" a estos llamativos relieves a base de largas y estrechas estructuras rocosas que se lvantan por toda la comarca de donde esta toma su nombre.
Las gentes prehistoricas que habitaron la comarca de Las Loras, utilizaron esta atlaya de "Peña Castillo" como excelente punto defensivo. Quinientos años antes de
Cristo situaron en su inexpugnable cima un estrategico castro. La superficie habitable tiene 150 metros de diametro y esta protegida en todo su perimetro por un cortado natural de más de 20 metros de altura. Esta espectacular acropolis era totalmente inaccesible, por lo que no tuvo que contar con defensas artificiales, y su unica entrada es un estrecho paso tajado entre las
rocas.
Los restos arqueologicos (expuestos en el
Museo Provincial de
Burgos) nos habaln de un antiguo poblado habitado por primera vez por gentes de la Primera Edad del Hierro, que con posterioridad, en la Segunda Edad del Hierro sería ocupado por los cántabros. También existe constancia de su utilización defensiva por los visigodos y durante buena parte de la Alta Edad Media.
Próxima a la "Peña Castillo", protegiendola del frio viento del norte, allí denominado "cierzo", se levanta la lora "Peña Ulaña", semejante a una alargada e inexpugnable fortaleza natural.
Este caracter inexpugnable atrajo desde tiempos prehistoricos a las gentes que habitaban la comarca. Las recientes excavaciones arqueológicas están demostrando que La Ulaña puede considerarse como el poblado prerromano más extenso -con cerca de 600 hectareas- de todo el continente europeo. Debió de estar habitado desde la Edad del Bronce y aunque cuenta con restos de la Primera Edad del Hierro, su época de mayor explendor coincide con la Segunda Edad del Hierro. Durante este último periodo, que comienza hace unos 2.300 años, la Peña Ulaña estuvo habitada por un pueblo guerrero y legendario: los cántabros.
La cima de la Ulaña, a 1226 metros, es una superficie totalmente plana que tiene 4 km de largo por 2 de ancho. Los restos arqueologicos se distribuyen por toda la planicie, pero alcanzan su mayor espectacularidad en el extremo que se alza sobre el pueblo de Humada. Allí se localizan los restos de un importante castro de serrania de la Edad del Hierro. La construcción más llamativa de este poblado es una
muralla, que en algunos puntos todavia tiene un alzado de dos metros y medio. También se han descubierto las estructuras de varias casas de planta redonda y rectangular.