MOLINO DE
ORON
I. IDENTIFICACIÓN Y LOCALIZACIÓN
A. Denominación: Molino de Orón.
B. Orón.
C. Situación: 3 Km. desde Miranda.
D. Accesibilidad:
Carretera local asfaltada. En el centro del
pueblo.
E.
Río: Oroncillo.
II. Caracterización GENERAL DE LA Edificación
A. Fecha: Documentación desde el siglo XVI, con sucesivas remodelaciones.
B. Estado de conservación: Muy buena. Se conserva la maquinaria al completo.
C. Uso: Funcionamiento como molino, serrería y central hidroeléctrica. Hoy
finca de recreo.
D. Propiedad:
Familia Zatón.
III. Descripción DE LA Edificación
Dos
edificios rectangulares unidos, realizados en mampostería, con vigas de madera y
tejado a dos
agua. El principal tiene dos pisos, la parte superior en la antigua vivienda y en el primero se encuentra la maquinaria.
IV. DESCRIPCIÓN DEL ENTORNO
El
edificio se encuentra situado junto al río, tras las
casas que forman la
plaza del pueblo. Se trata de una zona prácticamente llana destinada a
huertas. Aprovecha una pequeña pendiente donde se sitúa la presa, formando un bello
paisaje.
V. EL MOLINO DE ORON
En Orón a orillas del febril Oroncillo se conserva sin lugar a dudas el mejor molino de toda la comarca desde el punto de vista tecnológico. Es el molino de mayor tamaño que hemos visto, con la tecnología más completa y variada, y además es el que hasta el momento mejor se conserva.
El edificio principal está construido muy a la orilla del río. Tiene una presa, a la que también se la puede calificar como la de mayor tamaño y sofisticación arquitectónica de todo el partido judicial de Miranda. El
canal, prácticamente una balsa, es muy pequeño en longitud, pues apenas hay unos metros entre la presa de derivación en el Oroncillo y la pared del edificio molinar. La
casa del molino, desde el punto de vista de la construcción, exteriormente es muy simple, sencilla y humilde; pero por dentro nos ofrece un auténtico
museo Y valioso tesoro para la
arqueología industrial
Es un molino con varios cárcavos y con dos
canales de salida diferentes. La parte fundamental está constituida por la sala de molienda; allí se conserva un doble banco de moler, con sus correspondientes pescantes y tolvas, todo perfectamente conservado, lo que indica también que ha sido uno de los últimos
molinos en dejar de moler. En esta misma sala aparece una magnífica "limpia" de construcción francesa, con todo su sistema de transmisión hecho a base de tornillos cónicos, poleas, correas, engranajes, chumaceras, prácticamente intacta y la mejor que hemos visto en todos nuestros trabajos de
campo.
Pero la riqueza del molino de Orón, con ser ya mucha, no queda sólo en esto; además tenía, aunque ya ha sido desmontada, una
sierra hidráulica puesta en funcionamiento por su último molinero, el señor Zatón, en torno a los años treinta/ cuarenta de este siglo. Era una de las pocas serrerías, y la única movida por energía hidráulica, de la comarca mirandesa. A ella acudían gentes de ésta' y otras zonas aledañas.
Este molino cuenta además con una pequeña central hidroeléctrica, capaz de obtener energía eléctrica tanto para el edificio como para todo el pueblo de Orón hasta hace pocos años. Se mantiene en perfecto estado la turbina, la sala del generador, los pasos, manivelas, bielas y cuadros de mando. En resumen, de nuevo nos hallamos ante un auténtico museo donde poder estudiar cómo funcionaban las primeras centrales eléctricas del entorno. Incluso, aledaña a la estancia del generador, se conserva una pequeña sala donde funcionaba un pequeño molinillo utilizado para moler pequeñas cantidades de granos y conseguir harinas de marcada calidad.
El edificio pues se preserva en perfecto estado así como todas sus construcciones hidráulicas: canales, cárcavos y rodetes. Así mismo son numerosas las
piedras de moler que se mantiene prácticamente intactas en el edificio y alrededores,
Gracias a la memoria del Señor Zatón, hijo del último molinero de Orón, conocemos algunas cuestiones de particular curiosidad e importan¬cia de la vida molinar. Este molino, hasta última hora, trabajaba así: durante el día estaban en funcionamiento la maquinaria de moler y la sierra, por la
noche paraba el molino y se ponía en marcha toda la maquinaria de la central eléctrica. La turbina actual fue montada en el año 1947 por Luis Zatón Cuezva, su propietario. Este molinero guardaba toda una vieja
tradición en el oficio, puesto que sus padres y abuelos tuvieron molino en la localidad alavesa de
Santa Cruz del Fierro. Curiosamente la central con su nueva turbina, que no era la primera ya que sustituyó a otra anterior de menor calibre, empezó a funcionar en años todavía duros, en una época donde la energía era un bien escaso en toda la nación.
Don Luis Zatón, comprador del molino a comienzos de este siglo, fue sin duda un personaje con una enorme inquietud por mejorar técnicamente el edificio y con una acusada, diríamos hoy, vocación de innovación empresarial. El nuevo molinero se encontró con un molino, desde hacía unos sesenta años privado, pero antes propiedad concejil del pueblo de Orón, que tenía ya un banco doble para moler y una reciente y pequeña central hidroeléctrica. Esta última instalación será reformada y ampliada, para lo que se cambiará la turbina y construirá un nuevo y mayor canal. También fue este nuevo y emprendedor molinero quien construyó la sierra hidráulica, coincidiendo, después de la guerra civil, con un año en que un fuerte huracán provocó numerosos destrozos entre el arbolado de nuestra comarca. Precisamente para aprovechar un momento de fuerte demanda por la necesidad de transformar los cuantiosos
árboles arrancados, el señor Zatón se decidió a instalar la sierra en el viejo molino.
Cuando el señor Zatón murió en los años cincuenta, la familia arrendó durante unos años las instalaciones, hasta que a finales de la siguiente década dejó ya de moler definitivamente. También en esta década dejó de funcionar la central eléctrica, debido, según el hijo del viejo molinero, a que al producir sus instalaciones corriente continua no pudo responder a la necesidad de un pueblo donde poco a poco iba apareciendo la fiebre por la
compra de electrodomésticos que utilizaban otro tipo de corriente. La minicentral de Orón ya no podía competir con las grandes compañías eléctricas ni en precios ni en calidad de producción.
Los descendientes de Luis Zatón también, y es una cuestión suma¬mente interesante, nos han contado que los dos bancos de moler de la sala normalmente molían y trabajaban a la vez; a no ser que en época veraniega escaseara el agua y no hubiera más remedio que moler solamente con uno de ellos. El molino, no lo olvidemos, contaba con tres canales hidráulicos, dos para mover los bancos de la molienda y uno para la turbina eléctrica. Los dos cárcavos y los rodetes para mover las muelas lógicamente son los artilugios de mayor
antigüedad, yen uno de ellos estuvo colocada la primera y primitiva turbina. Al no proporcionar suficiente fuerza, tal como ya antes hemos adelantado, el molinero construyó un nuevo cárcava y canal para modernizar y ampliar la capacidad de la primitiva central eléctrica.
En general, de nuevo según las manifestaciones del hijo del último molinero, la caída de agua desde la represa hasta los rodetes era de unos siete metros. Si bien hasta los años treinta en este molino se molía trigo y cereales para pienso, a partir de entonces y fundamentalmente por imperativos legales sólo se dedicó a la molturación de cereales para la alimentación ganadera; salvo, claro está, el trigo que nuevamente se molerá a escondidas en la famosa época del "estraperlo" en la posguerra.
Por lo que se refiere a las piedras o muelas, el molinero en un principio las traía de las famosas y vecinas canteras. del condado de Treviño. Pero a última hora el propio molinero empezó personalmente a construirlas de
piedra artificial, empleando para ello moldes fabricados en el molino. El repicado de las piedras asimismo lo realizaba el molinero y otros componentes que su familia. En cuanto a la duración de estas piedras, si eran duras podían durar de tres a cuatro meses; si su dureza era menor había que sacar las del banco con el pescante y efectuar un repicado mucho antes.
En cuanto al sistema de cobro, en Orón lo normal era que fuesen los propios agricultores los que llevaran sus sacos de granos para moler, y que pagaran a través del conocido sistema de "maquila" una parte proporcional en especie. Eran los mismos campesinos los que echaban el cereal a la tolva, permaneciendo en el interior del molino mientras durase la molienda de sus granos y hasta que finalmente se hacía la repartición a proporción.
El mantenimiento del molino era relativamente sencillo. Las averías mecánicas fueron muy poco frecuentes, siendo la limpieza de los canales y cárcavos las tareas más comunes y costosas. Los rodetes de hierro, que tenían una dimensión aproximada de 1,30 metros, tampoco solían presentar habitualmente averías. El
árbol y otras piezas aledañas al rodete eran de madera y el molinero los hacía recambiar utilizando robles, ya que era el material qué más duraba pese a su continuado contacto con el agua.