Padilla de Abajo es villa burgalesa y pertenece al partido judicial de Castrojeriz y archidiócesis de Burgos, de la que dista 45kilómetros. Está situada a 800 metros de altitud sobre el nivel del mar, en la carretera nacional 120 Logroño-Vigo, en un extenso llano, limitado al norte por Padilla de Arriba, al este con Villasandino y Grijalva; al sur con Arenillas y Villaveta y al oeste con Melgar de Fernamental. Comprende el término municipal 2.744 hectáreas. Aunque en el término se han hallado restos de edificaciones romanas, sus orígenes en la historia surgen como en la mayoría de las merindades burgalesas, a partir de la repoblación que tuvo lugar en el siglo por.
En el siglo XIV, en el famoso Becerro de las Behetrías, figura que Padilla de Abajo pertenecía al antiguo e ilustrísimo linaje de Padilla, adelantados mayores de Castilla, que dio al reino cuatro maestres y dos comendadores mayores de la Orden de Calatrava, un maestre de la Orden de Santiago, un mariscal de Castilla, y multitud de ricoshombres, justicias, guardas mayores y ballesteros mayores del rey. A este importante linaje medieval perteneció la reina María de Padilla, esposa de don Pedro y el Justiciero. Este señorío perduró en sus descendientes y sucesores los duques del Infantado, hasta el ocaso del Régimen Señorial.
Su localización en una llanura propició una economía agraria rica en cultivo de secano con predominio de cereales : trigo, cebada, centeno y legumbres, y también vino. Productos que eran la base de su alimentación y la moneda de pago de los impuestos (alcabalas, tercias..., para los señores; y el resto para la Iglesia, mediante las primicias, el voto de Santiago y otras cargas).
Aunque su historia no pasa desapercibida, hay que señalar que Padilla de Abajo cuenta con un conjunto artístico importante centrado en su iglesia parroquial, dedicada a los Santos Juanes (evangelista y bautista). El templo data del siglo XVI y pertenece al gótico tardío. Se compone de una capilla mayor cuadrangular, un cuerpo compuesto de tres naves y una torre. La portada es renacentista y destacan las esculturas de los dos santos. En el interior hay un retablo mayor de estilo barroco con interesantes bajorrelieves. Notable es también la rica custodia de plata que se guarda en el templo y que se ha expuesto fuera de la villa en varias ocasiones. A medio kilómetro del pueblo se alza la ermita de Nuestra Señora del Torreón, imagen veneradísima en la comarca, cuya talla data del siglo XIV. Se trata de un templo de estilo románico tardío con bello ábside y portada, en cuyo interior se conservan algunos sepulcros de miembros del linaje de los Padilla.
En el aspecto demográfico, Padilla de Abajo se caracteriza, como el resto de la comarca, por un alto índice de despoblación como consecuencia directa del papel subordinado y dependiente que ha jugado, sobre todo a partir de las posguerra, al convertirse en una mera reserva de mano de obra industrial que emigró a las ciudades. Dentro de este ámbito Padilla de Abajo está adscrito a los espacios demográficos estancados, tal y como demuestran las estadísticas. A mediados del siglo XVIII contaba con 67 vecinos; al comenzar el siglo XIX había 559 habitantes; 315 en 1860; 585 en 1910; 531 en el año 1960. Es a partir de ese momento cuando comienza el fuerte descenso, en el año 1980 había 194 vecinos. Acualmente se le reconocen 106 habitantes.
En el siglo XIV, en el famoso Becerro de las Behetrías, figura que Padilla de Abajo pertenecía al antiguo e ilustrísimo linaje de Padilla, adelantados mayores de Castilla, que dio al reino cuatro maestres y dos comendadores mayores de la Orden de Calatrava, un maestre de la Orden de Santiago, un mariscal de Castilla, y multitud de ricoshombres, justicias, guardas mayores y ballesteros mayores del rey. A este importante linaje medieval perteneció la reina María de Padilla, esposa de don Pedro y el Justiciero. Este señorío perduró en sus descendientes y sucesores los duques del Infantado, hasta el ocaso del Régimen Señorial.
Su localización en una llanura propició una economía agraria rica en cultivo de secano con predominio de cereales : trigo, cebada, centeno y legumbres, y también vino. Productos que eran la base de su alimentación y la moneda de pago de los impuestos (alcabalas, tercias..., para los señores; y el resto para la Iglesia, mediante las primicias, el voto de Santiago y otras cargas).
Aunque su historia no pasa desapercibida, hay que señalar que Padilla de Abajo cuenta con un conjunto artístico importante centrado en su iglesia parroquial, dedicada a los Santos Juanes (evangelista y bautista). El templo data del siglo XVI y pertenece al gótico tardío. Se compone de una capilla mayor cuadrangular, un cuerpo compuesto de tres naves y una torre. La portada es renacentista y destacan las esculturas de los dos santos. En el interior hay un retablo mayor de estilo barroco con interesantes bajorrelieves. Notable es también la rica custodia de plata que se guarda en el templo y que se ha expuesto fuera de la villa en varias ocasiones. A medio kilómetro del pueblo se alza la ermita de Nuestra Señora del Torreón, imagen veneradísima en la comarca, cuya talla data del siglo XIV. Se trata de un templo de estilo románico tardío con bello ábside y portada, en cuyo interior se conservan algunos sepulcros de miembros del linaje de los Padilla.
En el aspecto demográfico, Padilla de Abajo se caracteriza, como el resto de la comarca, por un alto índice de despoblación como consecuencia directa del papel subordinado y dependiente que ha jugado, sobre todo a partir de las posguerra, al convertirse en una mera reserva de mano de obra industrial que emigró a las ciudades. Dentro de este ámbito Padilla de Abajo está adscrito a los espacios demográficos estancados, tal y como demuestran las estadísticas. A mediados del siglo XVIII contaba con 67 vecinos; al comenzar el siglo XIX había 559 habitantes; 315 en 1860; 585 en 1910; 531 en el año 1960. Es a partir de ese momento cuando comienza el fuerte descenso, en el año 1980 había 194 vecinos. Acualmente se le reconocen 106 habitantes.