La
iglesia de
San Mamés mártir
El mayor exponente del patrimonio que podemos contemplar en
Padrones de Bureba es sin duda alguna la iglesia parroquial levantada en honor de San Mamés mártir que desde su posición domina el
pueblo casi en su totalidad.
La actual nave larga fue en sus comienzos tan solo el tramo central que fechado en el siglo XIV es de estilo
gótico tercer periodo. Más tarde se irían añadiendo, hasta completar su aspecto presente en el siglo XIX, zonas como el
altar (s. XV), el
campanario conformado por una
torre rectangular con pilastrones hasta un
alero moldurado, con cuatro huecos, dos
campanas y un campanillo (finales del s. XVI), o la adosada
capilla lateral de San Isidro con
arcos y nervios de
piedra (finales del s. XVII).
El
ábside es rectangular y la
portada es
gótica con decoración. La
pila bautismal es gótica con pie poligonal con dibujo. Tuvo en su interior un magnífico
retablo mayor también gótico. Posee las tallas de Nuestra Señora de Las Mercedes (s. XII) y Nuestra Señora de Los Remedios (s. XIII).
A todo el conjunto lo circunda un hermoso atrio con pretil y arcos hoy limitado al culto. A éste se puede acceder ascendiendo por una recia escalinata que parece inalterable al paso del tiempo.
Los libros parroquiales, hoy seguramente en el Archivo Diocesano de
Burgos, son los segundos más antiguos de toda la diócesis ya que comienzan en el año 1.500, mucho antes de que fueran obligados a ello por el Concilio de Trento (1545 – 1563). La primera partida de bautismo dice así:
En doce de setiembre de mil quinientos; yo el Br. Diego García beneficiado en el lugar de Padrones, bauticé a Iñigo Mata, hijo de Pedro Mata y María Sainz, su mujer, vecinos y naturales del lugar de Padrones. Fueron sus padrinos Juan de la Mata y Pastora Fernández. Y por ser verdad, lo firmo, fecha up supra: El Br. Diego García.
Se dice de San Mamés («el que fue amamantado») que fue hijo de los
santos mártires Teodoto y Rufina siendo dado a luz en la cárcel. Algunos historiadores datan la fecha de su nacimiento en el 259 y la de su martirio en el 275. Una vez huérfano fue criado por
Santa Amnia hasta que en su adolescencia ésta muere y el
joven, quedando heredero de su hacienda, no duda en repartir su fortuna entre los pobres del lugar.
Más tarde Aureliano inicia una persecución contra los cristianos y es detenido. El emperador le conmina a abandonar su fe aunque sea de palabra a lo que Mamés se niega. Es apaleado, chamuscado con antorchas y arrojado al
mar pero un ángel lo salva y lo lleva al
monte Argeo donde lleva una vida de pastoreo y reclusión.
Ya adulto es vuelto a apresar y Alejandro dispone que lo quemen vivo pero sobrevive, es arrojado a las bestias del
circo pero consigue amansarlas para terminar siendo atravesado por un tridente
Sus atributos más típicos son el cayado, recordando su oficio de pastor por eso suele estar acompañado de
ovejas o
cabras y es
abogado de pastores, protector de las cosechas y los rebaños; el tridente, instrumento de su martirio, y los leones a los que consiguió domar. También es protector de las personas con roturas de huesos y de los lactantes.
Los peregrinos del
camino de Santiago trajeron su devoción siendo muchos los
pueblos españoles que tienen a San Mamés por patrón o celebran su memoria con
romerías. Incluso tiene su nombre el
campo de
fútbol del Athletic Club de Bilbao ya que el terreno era colindante con la Santa
Casa de Misericordia, hoy residencia de ancianos pero en su momento uno de los orfanatos más grandes de Europa, y nada pareció más apropiado que ponerle al estadio el nombre del
santo que se veneraba en la capilla de esa institución benéfica.
San Mamés está en el santoral de Oriente y de Occidente. El Martirologio lo celebra el 17 de agosto, pero la
fiesta se celebra el 7 de agosto.