Los orígenes de
Pampliega se remontan hasta el siglo II a. C., cuando aparece en las tablas de Ptolomeo con el nombre de Ambisna, uno de los
cruces de
caminos importantes de la época. Posteriormente mantuvo el nombre de Pamplica.
Paisaje de Pampliega por Juan de Echevarría (c. 1920),
Museo de Bellas Artes de Bilbao.
El noble godo Chindasvinto se hizo proclamar rey por los visigodos en esta localidad, en el 642. Así mismo, mantuvo relación con esta localidad el rey visigodo Ervigio. Por último, fue lugar de retiro y muerte del otro rey godo: Wamba, en el
monasterio de
San Vicente (hoy desaparecido). Su cuerpo se conservó ahí sepultado hasta que Alfonso X de Castilla lo mandó trasladar a
Toledo a la
iglesia de
Santa Leocadia. 2
En 2014 el
Ayuntamiento de Pampliega solicitó la devolución de los restos del rey Wamba al cabildo catedralicio de la
catedral toledana, templo donde se encuentran en la actualidad. Fueron trasladados junto con los restos de su padre Recesvinto allí en 1845 tras ser profanados por tropas francesas durante la Guerra de Independencia, por orden de Isabel II.
La figura del rey Wamba es un importante símbolo en la localidad, habiendo un monolito con su efigie, una
calle y una
plaza en su honor, un sello con su anagrama, una
casa rural, una
bodega, una peña recreativa; hasta un círculo católico de obreros de 1893 fue bautizado con su nombre.
También conocida como catedral de San Pedro.
Gótica, del siglo XVI, con
torre del siglo XVIII y
portada de Gil de Hontañón, del siglo XVI. Destacan los
retablos mayores, de San Pedro y de San Roque de Domingo de Amberes, y
púlpito de Martín de Ochoa.
Se alza como una atalaya en medio del
pueblo. La actual construcción, es el resultado de la suma de tres periodos de construcción, la primera data de finales del siglo XIII de la que se conservan dos
capillas laterales. En el siglo XVI, comenzó la ampliación de la primitiva iglesia en forma de
cruz latina. Es obra del arquitecto Juan de Vallejo, construida en
piedra de sillería y en estilo
gótico isabelino. La fase anterior se completa con la construcción de la actual torre, semejante a la del
Hospital del Rey en
Burgos, y con el traslado en el año 1774 de la portada gótica (probablemente de Gil de Hontañón), al lateral derecho donde se encuentra actualmente.
El
retablo mayor fue ejecutado entre los años 1552 y 1558 por el prestigioso
escultor Domingo de Amberes. Es un bello conjunto clasicista en el que destaca la calle central con el sagrario, la imagen de San Pedro ex cathedra, la Asunción y, finalmente, el
Calvario. Otra obra suya es el
altar de San Roque. Destaca también el retablo lateral de Nuestra Señora del Rosario, obra plenamente rococó realizada por Fernando González de Lara.