Sus habitantes celebran su fe en una
iglesia dedicada a
San Acisclo y
Santa Victoria, de una nave con capillitas, de 182 m² y seis de altura, con cabecera renacentista más elevada y más moderna, con
bóvedas de
piedra estrelladas. El
ábside es rectangular con grandes contrafuertes. La
portada es de medio punto sencilla, bajo
pórtico con dos
columnas. Y la
torre es en
espadaña con impostas corridas, tres huecos (dos de ellos moldurados) y dos
campanas.
La
pila es
románica con gallones y pie cilíndrico, sencilla; y el
retablo mayor es barroco, de 1770, con relieves y una
Virgen sedente con Niño del siglo XIV.
Sus libros parroquiales comienzan en 1848.
Existió en el mismo
pueblo un
monasterio, dedicado a San Acisclo, de ahí el titular de su
parroquia, con noticias de 1073 y otro, alejado del pueblo, dedicado a San Fructuoso, de la misma época.
Y está catalogado en sus tierras un yacimiento arqueológico de época sin determinar