Pocos pueblos pueden presumir de tener un pilón como el que aquí se observa. A pesar de su simpleza, característica paradójicamente más importante, alberga una belleza sencilla, aunque más es el cariño suscitado en cada mirada. Actualmente sin su utilidad endémica inicial, cuenta con la cualidad de ser una temprana ducha para los quintos que en días de fiesta son tirados dentro. Eso hace, por otra parte, que se limpie periódicamente y su encanto, indudable encanto se siga conservando con los años...