Los que ya contamos unas décadas, contemplamos en su día la actividad de este artilugio sencillo y útil para "calzar" las
vacas con unas chapas metálicas, llamadas callos, redondeadas, perforadas en un lateral y argonómicas en su forma, acordes a la pata del animal. Los clavos, especiales tenían su cabeza con forma troncopiramidal.
Fueron varios los vecinos que sabían herrar a sus animales, pero no todos. Habitualmente ésta función se llevaba a capo por parte del Herrero del
pueblo, acompañado siempre
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