Tiene su
iglesia dedicada a
Santa Juliana,
virgen y mártir, y es
gótica, de tres naves, con
columnas,
arcos y
bóvedas estrelladas de
piedra. El
ábside es poligonal con contrafuertes. La
portada es renacentista, con
arco de medio punto, pilastrones y rica decoración en relieve en el semicírculo, bajo
pórtico abierto con
frontón y con arco rebajado, rematado en pináculos y
cruz. Y la
torre es cuadrada, con pilastrones y remate de pináculos y bolas y
aleros moldurados, con ocho huecos, dos
campanas y dos campanillos.
La
pila es renacentista con molduras y pie cilíndrico; y el
retablo mayores es barroco, rococó. Hay otros dos
retablos clasicistas con buenas pinturas.
Buen conjunto de iglesia.
Cuenta con las
ermitas de
San Bartolomé (recuperada su
fachada) y Las Ánimas.
Sus libros parroquiales comienzan en el año 1553.
El 19 de abril de 1882 viene a la vida Perfecto del
Río Páramo, paúl, mártir, beatificado en
Madrid el 11 de noviembre de 2017.
El 7 de mayo de 1885 comienza sus días Estanislao Páramo Marcos, paúl, mártir, beatificado en Madrid el 11 de noviembre de 2017.
El 6 agosto 1895 nace fray Justo Pérez de Úrbel (Pérez Santiago), benedictino en Silos y Abad en el
Valle de los Caídos, historiador, poeta y escritor (71 libros)
de talla universal. Políglota, conferenciante, traductor.
En 1934 viene a la vida Antolín
Iglesias Páramo, Licenciado en Filología
Románica, profesor, poeta, escritor, coordinador de un libro sobre el
pueblo, en el que han aportado colaboraciones hasta 23 personas.
En 1945 ve la luz Adrián Díez Marcos,
joven promesa del Ciclismo, dos veces Campeón de
España, cuya carrera se vio truncada por una grave caída.
En 1948 comienza sus días Emilio Alonso Río, seleccionador nacional de Balonmano.
Están catalogados en sus tierras dos yacimientos arqueológicos con restos de la Edad del Bronce, del Calcolítico, Campaniforme y Neolítico. Uno con restos de
la Edad del Bronce Antiguo, Campaniforme, Calcolítico y Neolítico; dos
Medievales, dos de época indeterminada y dos posiblemente Medievales (ermitas).
Al comienzo de la guerra civil fueron asesinados tres religiosos del pueblo:
Cecilio, Perfecto y Estanislao.