Peñaranda acoje un destacado ejemplo de plazas y calles castellanas. Entre ellas, la Plaza Mayor de la Villa, rodeada de los típicos soportales de columnas ochavadas. Bajo las calles de Peñaranda se esconden frescas y antiguas bodegas que asemejan la estructura de un laberinto.
La muralla data del S. XV y se conservan dos de las tres puertas que tenían acceso a la Villa.