He aquí mi tierra...bautizada por los celtas. Penna Aranda.
La cuna de mi sangre.
Sol sobre la habana, sobre el malecón, sobre la plaza de Armas donde recorre la candela una piernas de mulata.
Jardín para los tristes, sol de los desterrados, madre de los perdidos corazones solitarios.
Nubes acá sobre mi Pueblo, Penna Aranda. Lluvia prometida que descarga sobre los tejados, que resbala por sus piedras antiguas, por los guijarros de esa Plaza, por los resquicios de un olvido.
Música de amor sobre la juventud habanera del aire. Música, danzas y jotas también acá.
Tierra de labradores, mano dura de las labores, pies para los doblados ojos sin resplandores.
Se ha metido Peñaranda esta mañana por el ventanal inmenso de internet. Ventanal sin cerrojos para el mundo, donde cabe la humanidad en esta sombra que proyecta el inmenso Roque Nublo desde donde escribo.
Deje por ti mis bosques, mi perdida arboleda, mi perro fiel.
Ya no se que cauce siguen las palabras cuando describen una historia de una tierra que es la mia.
En mi casa de la luna que poco alumbra, luna oscura que parece atrapar el cielo. Sacude los cabellos y arrecia la mirada.
Que las sombras espesas de su derrumbamiento, no oculten estos sentimientos.
Que el viento recuerde sus pavesas.
¡De Peñaranda y lloras carretero?
L.P.G.C.M.P.2007.
La cuna de mi sangre.
Sol sobre la habana, sobre el malecón, sobre la plaza de Armas donde recorre la candela una piernas de mulata.
Jardín para los tristes, sol de los desterrados, madre de los perdidos corazones solitarios.
Nubes acá sobre mi Pueblo, Penna Aranda. Lluvia prometida que descarga sobre los tejados, que resbala por sus piedras antiguas, por los guijarros de esa Plaza, por los resquicios de un olvido.
Música de amor sobre la juventud habanera del aire. Música, danzas y jotas también acá.
Tierra de labradores, mano dura de las labores, pies para los doblados ojos sin resplandores.
Se ha metido Peñaranda esta mañana por el ventanal inmenso de internet. Ventanal sin cerrojos para el mundo, donde cabe la humanidad en esta sombra que proyecta el inmenso Roque Nublo desde donde escribo.
Deje por ti mis bosques, mi perdida arboleda, mi perro fiel.
Ya no se que cauce siguen las palabras cuando describen una historia de una tierra que es la mia.
En mi casa de la luna que poco alumbra, luna oscura que parece atrapar el cielo. Sacude los cabellos y arrecia la mirada.
Que las sombras espesas de su derrumbamiento, no oculten estos sentimientos.
Que el viento recuerde sus pavesas.
¡De Peñaranda y lloras carretero?
L.P.G.C.M.P.2007.