A mediados del siglo XIX creció su extensión y habitantes con la inclusión en su municipio de Cubillo del Butrón. Sorprende su inesperado conjunto urbano lleno de
palacios blasonados datados de los siglos XVI, XVII y XVIII. Unas cuantas
familias construyeron sus viviendas solariegas, que actualmente conforman el núcleo del
pueblo, embelleciendo sus
fachadas con el
blasón de sus antepasados.