El
edificio más interesante de la localidad es la
iglesia parroquial
San Sebastián. En su atrio habitan un crucero de
piedra y una vieja olma seca, elementos que han sido testigos de la vida de sus gentes desde hace siglos. En el templo fue sepultado el
militar Pedro Merino, quien venció al
ejercito francés en la batalla de San Quintín.