Su jurisdicción era de señorío y la titularidad recaía en el Marqués de Aguilar, que era quien designaba al regidor ordinario local. Tras la caída del Antiguo Régimen forma
ayuntamiento constitucional propio. A mediados del siglo XIX crece en extensión y habitantes con la inclusión en su municipio de Cubillo del Butrón. En los años 70 del pasado siglo se adscribe en el recién creado municipio de
Valle de Sedano. En cuanto a su patrimonio arquitectónico religioso destacan la
Iglesia parroquial de
San Sebastián y la
Ermita de San Antonio del silgo XVIII.