A principios de 1900.
El
casco antiguo
El casco antiguo de la villa de
Poza de la Sal está rodeado por la
muralla medieval que se conserva en su mayor parte,
murallas de 5 metros de altura y dos de grueso. Al mismo se accede por tres
puertas, la del Conjuradero, la del
Ayuntamiento y la de
las Eras.
Arquitectura popular en
piedra, madera y yeso.
La trama urbana conserva la distribución y características
medievales, con
calles estrechas y empinadas flanqueadas por
casas de piedra blasonadas y otras de entramado de madera. Asentadas en mampuesto con pisos realizados en entramados de madera y yeso. Sobre el núcleo urbano se levanta el
palacio de los Marqueses de Poza, del que solo queda una
torre y, ya en el
monte, el
castillo.
La
iglesia de
San Cosme y San Damián es el corazón del casco urbano. Debajo de ella se abre la
Plaza Vieja, donde tradicionalmente se ha realizado el
mercado. A su lado el ayuntamiento, frente al cual se ubica la Plaza Nueva abierta a la Comarca de la Bureba, lo que da a la villa el sobrenombre de «
Balcón de La Bureba».
En la parte baja,
camino a la zona de las eras de sal, está la
casa de Administración de las Reales Salinas y, junto al
río, el complejo llamado «
Fuente Buena» o «Vieja», conformado por una serie de manantiales de
agua dulce que mantienen
lavaderos,
abrevaderos y un centro de curtido de pieles, todo ello del siglo XVIII, aunque con vestigios
romanos.
El casco urbano de Poza de la Sal fue declarado de Conjunto Histórico-
Artístico el 12 de noviembre de 1982.