Era un 28 de julio del 34. Hacia el norte viajaban procedentes de Madrid en recorrido paralelo un autobús y un tren rápido.
Desde Burgos hasta Briviesca por carretera nacional habían de atravesarse siete pasos a nivel, por entonces sin guarda agujas. La "dama de hierro" (el Ferrocarril) era la estrella del transporte y la carretera la clara desfavorecida.
La cuestión es que sobre las cuatro de la tarde, llegando el autobús al primer paso a nivel antes de cruzar Prádanos, su conductor no se percató de la llegada del tren, siendo alcanzado por este de pleno, falleciendo 4 de sus ocupantes, y quedando otros 6 malheridos.