El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, un día para luchar por la igualdad, la participación y el empoderamiento de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad.
Hoy es un día para reivindicar los derechos de la mujer, para visibilizar la causa.
La fuerza que consigue un movimiento de mujeres en todo el mundo traspasa fronteras, diferencias culturales, económicas, ideológicas y de cualquier tipo. Las mujeres unidas tienen el poder de cambiar el mundo y lograr la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad.
El movimiento del 8M se hace cada año más fuerte y poderoso, como cada una de las mujeres que lo componen. Grupos, asociaciones, fundaciones, ONGs y mujeres en general siguen luchando cada año por acabar con los acosos, asesinatos, violencia de género, brecha salarial y las desigualdades en todas sus formas.
También se unen muchos hombres a la causa, porque la igualdad de género beneficia a toda la sociedad. Porque el destino de los hombres y las mujeres está unido.
Hasta que no se consiga una igualdad de género efectiva, se seguirá celebrando el Día Internacional de la Mujer
En
Pradoluengo #
Burgos, existe desde 2003 una
escultura a la Mujer Trabajadora.
Obra de Javier Sanz Martinez,
Escultor y Director de Art-Terra, es una de sus obras más simbólicas en cuanto a
mensaje. Con esta obra se busca rendir
homenaje a la mujer trabajadora de la zona.
Desde el siglo XVI hasta el XVIII Pradoluengo, fue un núcleo emergente de la industria textil lanera. La pañería dejó paso a la bayeta, de calidad y precio bajos, que se fabricó hasta finales del siglo XIX. Finalmente, en el siglo XX, la industria pradoluenguina se especializó en los géneros de punto, en concreto en las boinas y calcetines. Aunque con el cambio de siglo la fabricación de boinas cayó, cerrando en 2001 la
fábrica de boinas Mingo, la última activa en toda
Castilla y León, aún hoy es conocido como “el
pueblo de los calcetines”.
Este largo desarrollo de la industria textil ha dejado en el pueblo numeroso patrimonio: hilaturas, batanes, tintes, maquinaria de todo tipo y época, canciones, recuerdos, etc. En Pradoluengo casi todo está relacionado con la actividad industrial. Desde su alargada silueta acomodada al fondo del
valle por el que discurre el
río Oropesa, motor de la industria textil, hasta la existencia cotidiana de las personas, sus memorias y raíces culturales. Se trata por tanto de una forma de vida genuina, peculiar y diferenciadora respecto a los contextos provincial y regional.
Actualmente, existen numerosas empresas que siguen dedicándose a la industria textil, y, aunque el relevo generacional es más difícil que antes, muchos jóvenes deciden continuar con el trabajo que durante tanto tiempo han realizado sus antepasados. Los fabricantes han tenido la necesidad, para ser competitivos en el
mercado global, de especializarse e incluir en sus productos un valor añadido ya sea en términos de diseño, tecnología, calidad o respeto al medio ambiente.