Es el caso por ejemplo de la hornera, el
molino o el
potro de herrar, cuyo
edificio ha sido utilizado también como
Museo de Bolos. Ofrece la mejor panorámica de la parte trasera de
Puentedey, con el
caserío al filo del precipicio y la
iglesia y el
castillo en posición privilegiada. La
pasarela ha sido construida con una estructura metálica que permite ver el vacío bajo nuestros pies, por lo que no es apto para personas con vértigo.