Al pie de un cinturón rocoso que forman las peñas
Amaya y
Albacastro en sus vertientes suroeste y sureste, en el vallejo formado por el recién nacido
río
Fresno, en terreno llano, encontramos lo que queda de
PUENTES DE AMAYA, a 22 km de Villadiego y 60 de
Burgos, al que se llega por una
carretera blanca “de
concentración”, que parte de
Salazar de Amaya.
Elías Rubio Marcos lo incluye en su libro “Los
pueblos del silencio”, porque se encuentra despoblado desde 1973.
Salazar de Amaya, Amaya,
Villamartín de Villadiego al otro lado de la peña Amaya,
Valtierra de Albacastro, Albacastro y
Rebolledo de la Torre al otro lado
de la peña de Albacastro,
Rebolledillo de la Orden y
Cuevas de Amaya forman corona a su alrededor.
El padre Enrique Flórez en su magna obra “
España Sagrada” sitúa su nombre
escrito por primera vez hacia 1250 en una relación de pueblos que contribuían a la mitra burgalesa. Y sus moradores declararon en las respuestas generales
del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752 que pertenecían al señorío del duque de Frías.
Contaba con 52 habitantes en el año 1848, como consta en el Diccionario geográfico de Pascual Madoz. No varió su población en toda la centuria siguiente; y
así sumaban 53 las personas que componían el censo de 1900 y 50 las que seguían viviendo en el lugar en 1950. Pero desaparecieron todos en el año 1973.