por Yolanda Carranza Berezo
Entre los diversos saltos que forman el
río y sus arroyos tributarios, podemos singularizar al menos dos, ambos naciendo de sendas cavidades. La primera
cascada, doble, se forma en la caída desde la
cueva de Fuentemolinos hasta el cauce principal. Esta cueva es visitable.
La segunda cascada, más interesante, se encuentra unos quinientos metros río arriba. En un escondido y precioso paraje. Lo forma el arroyo que nace de la Cueva de
Fuente Grande, aunque el acceso a esta última no parece sencillo