EL HAYEDO DE
PURAS DE VILLAFRANCA
Uno de los lugares donde el
otoño burgalés se llena con toda su belleza es esta dehesa de hayas situada en los
Montes de Oca. Una cómoda e inolvidable ruta de senderismo.
El valor de esta formación forestal de Puras de Villafranca viene dado por ser una de las pocas dehesas compuestas únicamente por hayas. Desde luego es la más extensa y la que mayores y más maduros ejemplares conserva de toda la provincia burgalesa.
Como en el resto de este tipo de bosques huecos, en Puras de Villafranca se aclaró la masa arbórea, dejando unos pocos ejemplares que, debido a la falta de competencia, alcanzaron un porte y una edad verdaderamente considerables. Los espacios libres eran y son utilizados para el pasto del
ganado y la madera sobrante de las podas se convertía en leña o en carbón vegetal.
Un cómoda y apasionante ruta
Hay que salir de Puras de Villafranca por el señalizado
camino que enfila hacia las antiguas
minas de manganeso y la
cueva de Fuentemolinos (ambas serán objeto de sus correspondientes entradas). Tras recorrer un poco más de un kilometro y medio y al poco de pasar por una pequeña instalación ganadera, hay que desviarse por el camino que se localiza a la izquierda. Después de una corta subida se alcanzan los primeros ejemplares de haya, algunos muy llamativos por su porte y su longevidad, que anuncian la proximidad del corazón de la dehesa.
La ruta continúa por el bosque hasta llegar a la altura del primer camino que se localiza a la derecha y que es el que hay que tomar para regresar de nuevo al punto de partida. Los más entusiastas pueden continuar unos pocos kilómetros más por esta zona elevada, desde la que se divisan las cumbres de la
Sierra de la Demanda y los sucesivos vallejos cubiertos de grandes hayas. La ruta tiene unos ocho kilómetros y se puede realizar sin prisas en cinco horas. Hay que llevar botas de
montaña, ropa adecuada a las condiciones meteorológicas, algo de
comida y
agua.