Al norte del
valle de
Manzanedo, se conforma la zona del “Rojo”, un paraje singular caracterizado por un relieve de pequeñas parameras y estrechos
valles surcados por arroyos que descienden hasta el Ebro.
Una zona que se pobló bajo la
sombra del
monasterio de
Santa Maria de
Rioseco. Entre estas nuevas poblaciones
Quintana del Rojo, hoy un lugar desapoblado y en estado de
ruina. El
ganado es el único que actualmente recorre sus
calles.
Quintana se encuentra en una hondonada, en el valle de Manzanedo, próximo al monasterio de Santa Maria de Rioseco y a 500 metros desde
San Martín del Rojo por un
camino sin asfaltar.
Quintana del Rojo fue un
barrio de San Martín del Rojo, llamada en aquel período “Quintana del Roso”. Su existencia siempre estuvo ligada a la de San Martín, la vida de los dos
pueblos siempre fue en total relación y union, y a pesar de tener terrenos comunes cada población tenía su propio alcalde.
Quintana del Rojo un
pueblo aislado con pocas expectativas de futuro para los jóvenes y con un grave problema de falta de
agua, algunos vecinos incluso instalaron aljibes en los portales de sus
casas con el fin de recoger el agua de la
lluvia, fueron las causas del abandono del mismo. En la década de los sesenta ya sólo quedaba un vecino que además tuvo la desgracia de ser matado por un
toro. Actualmente se encuentra en avanzado estado de ruina.