En lo alto del
pueblo está situada su
iglesia, dedicada a
San Juan Evangelista, de una nave con un pequeño crucero, con
bóvedas de yeso. Su
ábside es rectangular. La
portada es adintelada, sin
adornos, bajo
pórtico abierto con
reja de hierro. Y la
torre es en
espadaña, con dos huecos y dos
campanas.
La
pila es de copa, sencilla, con pie cilíndrico. Y el
retablo mayor es clasicista, con tablas de buena calidad.
Sus libros parroquiales comienzan en el año 1533.
Hay restos y noticias de un antiguo
monasterio dedicado a San Clemente con tumbas.
Con toda probabilidad nació aquí en 1943 Antonio Quintana, que escribe sobre el pueblo: “El lugar de Quintanamaría, pueblo milenario del
valle de Tobalina”.
Hay además en sus tierras un yacimiento arqueológico de época sin determinar