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Paisaje alrededor del pueblo y al fondo Torre de los Salazar, QUINTANA MARTIN GALINDEZ

Tipología: Casa Fuerte
Época: Cristiano Medieval
Titularidad: Privado
La casa fuerte fue la dote que aportó María de Salazar en su boda con Alvar González de Salazar a fines del s. XIV

Quintana Martín Galíndez se sitúa en la zona O. del Valle de Tobalina que pertenece a la unidad morfoestructural de la Montaña Burgalesa, aunque su territorio se enclava dentro de la unidad natural de la Depresión de Villarcayo, de carácter tectónico, cuya estructura está originada por un sinclinal con dirección NO.-SE.. La morfología de la depresión está condicionada por la litología y la red fluvial, siendo sus cauces principales los ríos Nela y Ebro.

Durante la Edad Media dos familas se disputaban el control sobre la zona, los Salazares y los Velasco. Hasta el s XIV los Salazares fueron los grandes dueños de la comarca, pero su apoyo al legítimo y asesinado Pedro I les costó caro, ya que Enrique de Trastámara, con la llegada al poder real, les concedió grandes derechos a los Velasco con lo que consiguieron hacerse con el control de importantes villas como la de Medina de Pomar. Los Velasco estaban apoyados por las familias de Angulo, Arce, Baro y Ortiz, y los Salazares por los Pereda, Salinas y Sarabia. Llegaron a tener estos últimos la propiedad en 37 casonas y torres fuertes.

En época legendaria se menciona que Martín Galíndez de Salazar, señor de la casa de Salazar, levantó una torre en Quintana a la que dio su nombre. La “torre ynfanzona, solariega y de hidalgos notorios” se levanta en una zona elevada. Responde al tipo de torre propiamente dicha y palacio adosado. Loa materiales constructivos son variados, las esquinas y los vanos de buena sillería, el resto de mampostería, entramados de madera e incluso adobe en la separación de las estancias.

La fachada principal del palacio se abre en el lado sur, donde se localiza la puerta de acceso, buen dovelaje con alguna moldura en el intradós, 1.80 metros de anchura, flanqueada por saeteras. En el lado opuesto hay un portillo coronado por arco mixtilíneo. Al piso superior se sube por un patín, allí se localizan las habitaciones separadas por paredes de barro.

Una pequeña puerta, sobre la que hay un balcón, da paso a la torre, que es el doble de larga que de ancha, con cubierta a cuatro aguas. En los lienzos se abren varios ventanillos de arquillo apuntado y saeteras con arco interior mixtilíneo; en el paramento sur destaca un buen ajimez. La torre corresponde al siglo XV