A medio
camino entre las localidades de
Neila y
Quintanar de la Sierra, nace el
río Arlanza, el más evocador de nuestros
ríos. Junto a alguno de sus 135 kilómetros se han escrito parte de las páginas más conocidas de nuestro pasado más glorioso y más lejano.
Un dato poco conocido proviene del hecho de que buena parte del aporte de
agua de
Fuente Sanza proviene por filtración desde el bello paraje de la Nilsa Chica, al otro lado de la sierra, mediante un fenómeno que en realidad constituye un trasvase subterráneo natural de la
cuenca del Ebro a la del Duero.