En los
canecillos que decoran la cornisa del
ábside se alternan los motivos geométricos —nacelas, bezantes y
rollos— con los vegetales y figurativos: jabalí, serpientes retorcidas y un barrilillo. También los
capiteles que rematan las
columnas lucen una cuidada decoración vegetal de la que asoma, en uno de los capiteles, un personaje de llamativa expresión.