Soy cordobés, me he encontrado con este foro de Quintanas de Valdelucio por casualidad y quería rendir homenaje a una persona nativa de aquí que falleció a finales de 2.008 y que es un personaje ilustre y toda una institución en Córdoba y en Andalucía, no sé si lo sabíais. Se trata del Hermano Ignacio (hermano Marista); su nombre real, Beni Jesús Martínez Seco.
No hay más que poner en el Google “Hermano Ignacio Córdoba” y ya veréis.
Durante 50 años fue profesor de matemáticas en el colegio marista de Córdoba, era temible, no hay más que ver la foto, pero la verdad es que el más lerdo salía aprendiendo matemáticas. Como digo, toda una institución por aquí; era conocido en prácticamente toda la ciudad.
Yo le pillé ya al final de su etapa, ya bastante mayor, y desde luego era de los mejores maestros con los que nunca me he encontrado; duro (era como un bloque de hielo), pero magnífico profesor, de los mejores que ha tenido esta ciudad según dicen.
Ya mayor me lo encontraba paseando por las calles de Córdoba con su bastón y nos parábamos a hablar, como decían en la misa por su funeral, al principio besaban su cruz, años mas tarde le daban la mano y al final un abrazo.
Yo no es que sea muy religioso que digamos pero la verdad es que por menos, por muuuuuuucho menos de lo que este hombre hizo por la Educación en Córdoba, hay gente que tiene una calle con su nombre.
Este se merecería una avenida.
Enhorabuena a Quintanas de Valdelucio (que confieso que no tenía ni idea de donde estaba y tengo curiosidad por conocer) por tan ilustre personaje.
No hay más que poner en el Google “Hermano Ignacio Córdoba” y ya veréis.
Durante 50 años fue profesor de matemáticas en el colegio marista de Córdoba, era temible, no hay más que ver la foto, pero la verdad es que el más lerdo salía aprendiendo matemáticas. Como digo, toda una institución por aquí; era conocido en prácticamente toda la ciudad.
Yo le pillé ya al final de su etapa, ya bastante mayor, y desde luego era de los mejores maestros con los que nunca me he encontrado; duro (era como un bloque de hielo), pero magnífico profesor, de los mejores que ha tenido esta ciudad según dicen.
Ya mayor me lo encontraba paseando por las calles de Córdoba con su bastón y nos parábamos a hablar, como decían en la misa por su funeral, al principio besaban su cruz, años mas tarde le daban la mano y al final un abrazo.
Yo no es que sea muy religioso que digamos pero la verdad es que por menos, por muuuuuuucho menos de lo que este hombre hizo por la Educación en Córdoba, hay gente que tiene una calle con su nombre.
Este se merecería una avenida.
Enhorabuena a Quintanas de Valdelucio (que confieso que no tenía ni idea de donde estaba y tengo curiosidad por conocer) por tan ilustre personaje.