En ella, muchos quintaneros, recibimos las aguas bautismales a los pocos días de vida. Gesto simbólico que hicieron nuestros padres y padrinos como inicio de la transmisión de la FE cristiana, que es un don bello y magnífico que Dios nos ha concedido. ¡ánimo! A vivir como auténticos creyentes y seguidores del mensaje de Jesús de Nazaret.